En América Latina, la infraestructura tecnológica vigente puede ser una barrera para la inclusión financiera de la población. La obsolescencia de las soluciones tradicionales dificulta la fluidez en el movimiento de dinero y limita el acceso a servicios financieros avanzados y a nuevas formas de pago para millones de personas.
En el marco de este gran desafío, durante los últimos años nacieron nuevos jugadores que, a través de la innovación, buscan generar un intercambio de dinero mucho más flexible y rápido. Cada vez es más común que nos encontremos utilizando servicios financieros que no son operados por la banca tradicional. Esto se debe, especialmente, a la flexibilidad de los servicios que hoy nos brindan las nuevas tecnologías y a la innovación en los diferentes productos. Por eso, ¿cuáles serán las tendencias más relevantes que promoverán la inclusión financiera?
Regulaciones modernas
En todos los mercados existen licencias otorgadas por reguladores que permiten a los bancos operar como instituciones financieras. A través de ellas, se establecen regulaciones y requisitos estrictos que los bancos deben cumplir para garantizar la seguridad y solvencia de los depositantes.
Con la llegada de nuevos jugadores al mercado, nacen nuevas regulaciones para acompañar las nuevas propuestas. Con la intención de proteger a los consumidores y cuidar la estabilidad del sistema financiero, estas licencias modernas están diseñadas para que los nuevos servicios financieros permitan la llegada de nuevas personas al sector, con soluciones innovadoras que faciliten su integración. Sin dudas una tendencia que seguirá creciendo y evolucionando junto al mercado y sus necesidades.
Interoperabilidad
A partir de las nuevas regulaciones previamente mencionadas, empresas como las fintech, también podrán empezar a interoperar con los clásicos bancos, generando así la posibilidad de que las personas y las empresas puedan realizar transferencias entre sí. Gracias a esto, se generarán muchísimos casos de negocio interesantes y, como mencionamos anteriormente, habrá mayor competencia y más y mejores servicios.
Pagos cuenta a cuenta
Otra tendencia muy marcada este año, estará centrada en los pagos cuenta a cuenta. Los Bancos Centrales de varios países de la región, están comenzando a habilitar la posibilidad de pagar directamente desde una cuenta bancaria o fintech de una persona a la cuenta bancaria de un comercio, en la mayoría de los casos a través de un QR. Por ejemplo, en Brasil el caso de Pix, ya genera más transacciones que las tarjetas de débito. En Argentina su crecimiento también es muy prometedor. Este nuevo sistema de pagos, llegó para generar una nueva alternativa al proceso ya existente desarrollado por Visa y Mastercard, principalmente.
Cross border
Debido a la inestabilidad económica que atraviesa el mundo y particularmente Latinoamérica con altos índices de inflación en las monedas locales, muchas personas y empresas buscarán refugiarse en monedas como el dólar. Nacerá así la tendencia de apertura de cuentas bancarias en otros países como Estados Unidos y la necesidad de poder mover el dinero de la forma más rápida y sencilla posible entre países.
A su vez, las stablecoins, que son instrumentos que están respaldados por una moneda fuerte, también tenderán a volverse muy atractivas, ya que simplificarán el movimiento de dinero de un país al otro.
La consolidación de las fintech
Vivimos en una región con una economía fluctuante e incierta, un escenario que, sin duda, dificulta la posibilidad del ahorro y de la inversión. En este contexto, el sector fintech, con su modelo de negocio escalable y una agilidad que le permite hacer frente a los cambios constantes, logra resolver los problemas cotidianos de una sociedad que demanda nuevas y eficaces soluciones.
Latinoamérica cuenta con una industria de mucho potencial —más allá de la coyuntura local— y las proyecciones son auspiciosas: más usuarios, más transacciones y más inversiones, en pos de lograr mayor inclusión financiera para 450 millones de personas en la región.